sábado, 30 de marzo de 2013

¡ACOSO SEXUAL!


Te persigue por todas partes, intenta ser amable pero no puede ocultar que te “trae ganas”. 
Hay quienes por este tipo de comportamientos desearían no ser bellas, mientras que otras se sienten mejor que nunca porque levantan pasiones. El problema es cuando las persiguen hasta en su casa o no dejan de enviarles mensajes al teléfono.

Sin embargo, una persona se puede sentir perseguida hasta por los comentarios que se hacen de ella. Es común que a muchas les digan: “No le hagas caso”, lo que resulta desalentador cuando se busca ayuda, aunque no prestarles atención a los acosadores suele funcionar algunas veces. 

El resultado es el estrés, el miedo por ver amenazada su integridad, sobre todo cuando te tocan tus partes íntimas sin tu autorización. Y más tarde abusan de ti, puesto que te obligan a hacer cosas que no estás de acuerdo, aún así lo haga con “sutileza”, con sus palabras cariñosas pero falsas.

El acoso sexual no se puede evitar, no sabes cuándo te acosarán, pero si puedes detener la situación pidiéndole al acosador que pare, que no es tu manera de relacionarte, y el tono en el que lo dices deberá ser serio pero amable, que no lo confunda con una broma. Alejarte de la persona y estar donde haya gente también ayudaría, así como decirle a la policía.
En el trabajo, el acoso sexual también es común, por lo que hay que denunciar y buscar ayuda para reparar el daño psicológico que causa el acoso a largo plazo.

Tanto hombres como mujeres pueden acosar y hacer uso de su “poder” para provocar culpabilidad y atrapar a las "víctimas".


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