jueves, 7 de febrero de 2013

AMOR APACHE


Para muchas personas es común pensar que por discutir van a terminar enamorados.

Las discusiones no son malas si se hacen respetuosamente y con el fin de llegar a un acuerdo, no de desatar la agresividad y la confusión.

Discutir rompe la tranquilidad, pero suele valer la pena cuando las cosas no andan bien.

Pero cuando en una relación las peleas son el pan de cada día, así como las agresiones y la violencia en general; las luchas de poder, como saber quién tiene la razón o quién se saldrá con la suya se oponen a las expectativas de una pareja tradicional que busca paz y tranquilidad.

Sin embargo, hay parejas a las que les encanta pelear en gran parte por la reconciliación, o porque creen que están siendo auténticos, la cuestión es que separarse puede resultar peor que pelear, su relación es como un reto  que los estimula a ambos . 

Las personas que están en este tipo de relaciones suelen ser personas emocionalmente inseguras, que corren el riesgo de herirse aún más, puesto que destruyen más de lo que construyen. Las relaciones sexuales también suelen ser impulsivas, lo que puede provocar que se traigan hijos al mundo que serán víctimas de las peleas. O imagínate golpear a tu pareja con la sartén o darle un golpe tan fuerte que lo mate o lo marque de por vida, incluso decirle groserías o burlarse de sus defectos.

Este tipo de amor no es precisamente amor. Es la atracción hacia lo diferente, el rechazo y el miedo a realmente amar, por lo  que siempre se está a la defensiva. 

Mucha gente que tiene este tipo de relaciones ha vivido en ambientes violentos y por eso les resulta cómodo y hasta familiar. Además que la conquista de la mujer y la lucha de géneros es también tema de todos los días.



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