Cuando
tomamos decisiones o vemos la vida según nuestros deseos, ilusiones,
esperanzas o emociones sin ser críticos, sin emplear una lógica coherente, sin
conocimiento de las causas; entonces es cuando inconscientemente creemos que
las cosas ocurrirán como por arte de magia,
en gran parte porque negamos que tenemos que trabajar o esforzarnos para conseguir lo
que queremos, lo cual no es del todo agradable.
Mayormente
en nuestras actividades tendemos a buscar el camino que consideramos "fácil", para permanecer en
nuestra zona de confort.
Para
que nos entiendan tenemos que hablar, para tener dinero y comprar lo que nos
gusta hay que trabajar, para bajar de peso hay que hacer dieta y ejercicio,
para cumplir nuestras metas tenemos que tenerlas bajo un plan, etc.
Hay
que imaginar, visualizar, soñar, pero es recomendable evitar el pensamiento
mágico para no desviarnos del objetivo. Si intentamos y llevamos mucho tiempo intentándolo, nuestra
persistencia es admirable, pero si aún no lo logramos lo que buscamos hay que cambiar de actitud, porque hacer lo mismo no funcionará.
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